Reúno en este espacio textos de mi autoría que son productos de investigaciones, búsquedas bibliográficas, reflexiones, a veces serias, a veces no tanto, sobre los temas de estudio que transité: el lenguaje, la lengua, el juego de la gramática, el discurso, la enseñanza, la práctica educativa, los libros, y también la aventura maravillosa de haberme internado en el siglo XVI en la selva paraguaya a través de un estrecho ventanuco: las cartas de los soldados que vinieron a este extremo sur del continente. Muchos de estos trabajos fueron publicados en actas de congresos, unos pocos bajo el formato libro, y otros tantos tienen existencia virtual. Tal vez a algún lector le interesen, lo que constituirá para mí un momento de alegría. GLADYS LOPRETO

PARA BUSCAR POR TEMAS vaya a 'Páginas' y abra Lista de textos. (Pero si el sistema se encabrita y te dice que no hay nada, buscála como siempre, con el cursor, metiéndote por el senderito de las 'páginas antiguas'... o también por las etiquetas)

jueves, 21 de febrero de 2013

Alfabetización de sordos: cuando L2 es la lengua escrita


Nos referiremos en el presente trabajo a un problema clave en la educación del sujeto sordo: la adquisición y desarrollo del Lenguaje, para el cual el Bilingüismo plantea una propuesta superadora. A diferencia del enfoque tradicional, parte de reconocer que la Lengua de Señas (LS) es su ‘lengua natural’ o Lengua Primera (L1), y que la lengua mayoritaria en el registro escrito -en nuestro caso el Español Escrito- constituye su Segunda Lengua (L2), de modo que alfabetizar equivale a enseñar Español Escrito como L2.  
Puestos en la tarea de la formación docente de maestros de sordos, nuestro trabajo toca dos objetivos fundamentales de la institución escolar: la inclusión y la alfabetización, mediangte las cuales se desarrollarán en el ‘alumno’ las capacidades de pensar, estudiar, investigar, que lo convertirán en ‘estudiante’ (Diseño Curricular 2008); apuntaremos aquí especialmente a la alfabetización, que­­ requiere de una cierta maduración intelectual consistente en la aptitud para el pensamiento abstracto y, simultáneamente, de haber alcanzado cierto nivel de lenguaje, incluida determinada cantidad de vocabulario (Braslavsky B. 1992).
La lectura (incluida la escritura) podría considerarse una vía adecuada para la participación del sordo en la sociedad mayoritaria, si bien los oyentes tenemos el intercambio oral-auditivo del diálogo como base de interacción e incluso, desde la teoría, como base misma de desarrollo del lenguaje, de ahí la insistencia en ‘oralizarlos’. Frente a propuestas diferentes se levantan las tendencias ‘bien intencionadas’, altruistas, que cuestionan por el lado de la inclusión social con el argumento de que no oralizarlos, no enseñarles a ‘escuchar’, los condena al aislamiento. No negamosPublicada el la importancia comunicativa de la oralidad pero creemos que en esos planteos pesa el prestigio de la palabra hablada, no ajeno a que el aprendizaje escolar se reduce muchas veces a la verbalización –especialmente oral- del conocimiento. Al mismo tiempo se desestiman otros usos no-orales, hoy bastante frecuentes, que permiten la interacción y son casi sustitutivos del intercambio oral, como celular, Internet, chat, e-mail, foros, a más de los tradicionales medios gráficos, la correspondencia epistolar, el mismo ‘diálogo’ entre autor y lector, la gestualidad, la mímica, la danza.